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Writer's pictureMiguel Esteva Wurts

En mexicano, Trum se escribe AMLO


Traté. De a de veras que lo hice.

Busqué ver el tercer debate con ojos neutrales, encontrarle gracia a sus chistes, sentido a sus proyectos. De veras que me senté, tequila en mano, y dije «no bueno pues chale, si tanta gente va a votar por él, algo tendrá».

De veras que lo hice.

Armado con mi Herradura reposado, trate de ignorar todo eso que tanto me recuerda de él, al señor Trum’: el uso de apodos denigrantes; de enamorar “al pueblo” con generalizaciones vagas, promesas populistas; de que si eso de “La Cuarta Transformación” me suena como una tropicalización del MAGA; del racismo y resentimiento que ambos tienen a flor de piel; de que uno nomás no muestra sus estados financieros y el otro omite decir de donde sacó la lana para viajar tanto por 18 años; de esas promesas de que ellos solitos la van a hacer de Optimus Prime y transformar el país, regresarlo a una época utópica; pero más que nada, tratando de suprimir ese feeling que ambos te dan, de querer saltarse lo del sufragio efectivo no reelección, de esa vena de dictadores tropicales, de esa prepotencia que les rebota en la frente con cada latido y que a AMLO le fluye por la sangre Priista con la que conforma el grueso su partido.

De veras que traté y, con el tequila todo me sonó re bonito.

De veras que suena re bonito, eso de replantar un millón de árboles, con un millón de amigos, incluyendo al Puma, para más fuerte poder plantar.

De veras que suena re bonito eso de que podamos abordar el vuelo 243 de Aeroméxico a Tuxtla y ver a nuestro Presi’ apretujado en el asiento de “en medio” de la fila 14, entre un abuelo incontinente y una señora con su bebé, y que a cada rato, mientras discute que si el Seguro Popular o que si no con la doctora Comosellame, la que nombró como asesora de ciencia o lo que haya sido en pleno debate y que está sentada en el asiento de la ventana de la fila 15, el abuelo le ande diciendo, compermisito porque me ando, o que la mamá le ande pidiendo, oiga seamalito porfa deténgame la pañalera mientras que lo cambio porfa, seamalito.

De veras que suena re bonito el que vayamos a construir refinerías a granel aunque quizá, no sé, si nos queremos ver más progresistas, sería más mejor construir establos en donde están las gasolineras.

De veras que suena re bonito el que no quiera vivir en Los Pinos y que vaya a rentar el depa 3 del edificio ubicado en el número 127 de la calle de Dr. Liceaga, a pocas cuadras de la parada del Metro Doctores, justo enfrente del de Doña Licha, la que sale en tubos para “echar un ojo, ya sabe usted, por aquí uno nunca sabe”, y cuyos martes en la mañana los dedica a preparar el caldo con lo que sobro de la semana y que deja todo el edificio oliendo a yasabenque.

De veras que suena re bonito eso de que vamos a hacer del campo la fábrica de México y de que solo en Tabasco va a sembrar “100 mil hectáreas de árboles frutales, maderables, de plátano, caña, de coco, café y desde luego de cacao, intercaladas con cedro, teca.”** porque, y admito, de plantar árboles yo no sé nada, pero supongo que plantarán de esos de Disney, de esos que nomás siembras, les cantas, los riegas y fertilizas con puro amor, crecen, y te dan fruto antes de que acabe la peli.

De veras que suena re bonito que pa´ pronto va a acabar con “La Mafia de Poder” con la misma escoba que uso el señor Trum para limpiar el fango del pantano en Washington, esa que está igual de sucia y lodosa.

Y de veras que suena re bonito eso de que así nomás, por su fortaleza moral va a acabar con la corrupción, y que con el vuelto de todo lo que nos ahorraremos de no andar dando mordidas, hasta nos podrán repartir la despensa semanal o nos podrán mandar de shoppin’ como a la candidata Layda

De veras que me sonaba re bonito.

Pero la bronca es la maldita cruda de la mañana siguiente, de tratar de sacudirse ese sentimiento de que dentro de seis años, después de no sé cuantos miles de plebiscitos, ya le hayan cambiado a lo del sufragio efectivo porque, pues no funcionó como debía, y nos estén dorando la píldora de que pue’, solo otros seis añitos y ya me voy ¿sale?

**Entrevista Grupo Cantón - 24 enero 2018


Chilango in Texas

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